martes, 15 de octubre de 2013

FRAGILIDADES

Un prodigioso niño de veinte años llamado Marc y apellidado Márquez desafía la fragilidad de su cuerpo ante el asombro del mundo en el sacacorchos del circuito norteamericano de Laguna Seca. Le persiguen  desde la impotencia  otros dos compatriotas, casi igual de  niños, que cabalgan sobre potentes motores con sus frágiles  clavículas hechas trizas. La adrenalina se desparrama a borbotones desde el mismo momento de  la interpretación del himno nacional más famoso del mundo por una guitarra tan eléctrica como desgarrada que aquí hubiera hecho correr ríos de  afrentada tinta por esa punteada falta de respeto a uno de los símbolos de la patria, mientras que allí, en California, esas notas agudas y por momentos estridentes articulan el movimiento de  cincuenta mil manos a casi otros tantos corazones. Luego, en el momento de la gloria de los vencedores, el que sonará será el nuestro, el huérfano de letra, la misma y vieja Marcha Real abucheada en la inauguración de los mundiales de natación de Barcelona en otro desplante a la Marca España.

Patética  y humillante demostración de fragilidad la de Lucía Etxebarria en el reality de Tele 5 "Campamento de verano". Aunque nunca haya sido  santo de mi devoción como ser humano- como escritora, algunas de cal y otras de arena- es penoso  ver a toda una ganadora del Planeta, a una autora con tiradas de 200.000 ejemplares, arrastrándose por el fango en el mismo lodazal que una concejal exhibicionista y un gordito pajilleros, algunos desechos de tienta  del show business, una ex de Paquirrín y otros miembros del clan Jesulín/Janeiro. Fue a por lana y sale  esquilada, angustiada, superada en su narrativa vital no escrita. Quiso ser trending tópic y reina de los mares de la osadía y el arrojo con su participación en un inmundo espacio televisivo, y ha acabado desencajada y llorona reconociendo su debilidad, su fragilidad, su incapacidad para sobrevivir bajo los edredones en una jaula de grillos voraces dispuestos a todo para llevarse el premio. La veo junto a Karmele Marchante, la sargento de ese circo de humanidades indecentes, y recuerdo que un día fue aguerrida militante feminista y reportera intrépida. Puede que Lucía se haya quedado sin capacidad para el relato y haya iniciado un deriva parecida. Empezó su insólita andadura como concursante desde una actitud altiva y chulesca, provocando que el resto de las fieras sacarán sus afiladas garras hacía ella, y ha acabado convertida en la tópica niña malcriada y débil que no aguanta la convivencia embrutecedora de un campamento de verano y pide angustiosamente a sus papás que acudan a buscarla para llevársela a casa.

Fragilidades entrecruzadas, secretos y mentiras, afectos y desafectos que pivotan en torno al personaje que interpreta Santi Millán. Ese es el material del que se nutre la serie "Frágiles" que la cadena de Mediaset ha convertido en la chicha, el embutido que ocupa el centro de un sándwich donde las dos entregas de "Campamento de verano" ,antes y después , hacen las veces de pan de molde (mohoso, industrial, cargado de aditivos, estabilizantes y conservantes). Millán, Miguel Rellán, Ginés García Millán y Elia Dolera son algunos de los intérpretes de esta serie que en su segunda temporada riza el rizo de un cierto buenismo cargado de lirismo cotidiano y humanidad. Un formato moderno, buena música y la muy tradicional sucesión de pequeñas historias colaterales a la de ese fisioterapeuta de corazón frágil y nobles sentimientos al que Santi Millán da bastante credibilidad.

CONXA DAROCA .

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