miércoles, 13 de febrero de 2013

DESGASTE

Hoy la palabra es desgaste, mucho desgaste, el del partido gobernante en caída libre de intención de voto ya antes de desatarse el huracán Barcenas, y el de nuestros políticos , en general, que no es que sean de " tres al cuarto" , es que naufragan entre el muy deficiente y el suspenso bajo. Catean en todo y sólo destacan por su apego "loctite" al rango, al cargo, al viaje y al confeti. My good¡, ...ni un solo aprobado. Los que mandan transitan de la mayorIa absoluta al batacazo, y los que aguardan para volver a mandar, siguen sin capacidad de remonte, envueltos en la sombra de la duda, la inoperancia y la incompetencia, lastrados por su pasado.


Pero el desgaste más doloroso es el que se extiende entre la gente normal que sufre por encima de sus posibilidades, sin caja B, sin cuentas opacas, sin sobres ni comisiones ni jamones, sin cargo y cada vez más a menudo sin trabajo. Ese grado de desgaste provocado por el rozamiento de sus vidas contra esta realidad que apesta, que vuelve el aire irrespirable en una guerra que cada día parece más de todos contra todos y en la que la sociedad que queríamos se derrota, , se desdibuja, envejece y se desmoraliza, le resulta cada vez más difícil reconocerse en valores y achicar espacios donde quepan la lírica, el optimismo,la ilusión por el futuro.

imágenes retrospectivas en las que unos y otros se llenan la boca de transparencia, una palabra a la que desgaste vence por goleada. Casi nada sobrevive sin ser amañado, ni el fútbol, ni el ciclismo, ni algunas contabilidades. Transparencia que reclaman cuando preparan el asalto al poder, y que olvidan cuando se instalan en el cargados de promesas, cuando la sustituyen por opacidad, enroques, excusas de mal pagador con los bolsillos llenos de mentiras y silencios

Sopla un viento a la altura del estado anímico de este país: huracanado





PUBLICADA Y PÚBLICA  

Las redes sociales han pulverizado una vez mas esa barrera/diferencia entre opinión pública y opinión publicada que tanto obsesionaba a Felipe González. Ya no sirve, se ha quedado tan vieja como un mamut, como un Papa cansado que pide el finiquito y se retira al convento, como uno de esos velociraptors llenos de polvo de cualquier parque tematico/jurásico. Desde que se supo de los primeros correos electrónicos a los despedidos de Canal 9, la verdadera Informacion , la buena información, la mas cercana, la que emociona o llena de rabia, la mas sincera y tambien la mas inmediata,  la que permite acercarse e intentar ponerse en el lugar de los protagonistas -víctimas en este caso- de la noticia, no ha estado en los periódicos, ni en las emisoras de radio, ni mucho menos en las cadenas de televisión que callaron o reflejaron de forma tan sesgada la anunciada carnicería y sus formas.


La información que ha permitido  aproximarse a la verdadera dimensión de lo ocurrido, a sus consecuencias humanas, que ha hecho posible  poder saber casi en tiempo real, conocer, empatizar, comenzó a circular en los muros de las redes sin red, en todos los registros, en distintas lenguas, espontánea, impulsiva,herida, visceral, rabiosa, indignada,  viva, en una suma de datos, circunstancias, sensaciones, reflexiones, análisis, imágenes y testimonios que han conformando un mosaico , tan público como publicado, con aspiración de  reflejar una realidad.

Las redes sociales - no hay vuelta de hoja- se han convertido en una alternativa inmediata para decir y contar, para convertir cualquier opinión  en opinión publicada. Atrás quedaron los tiempos en que la opinión pública  apenas encontraba salidas, válvulas de escape, en chistes que se propagaban sin haber tomado nunca forma en letra impresa, rumores, cotilleos, panfletos y hasta pintadas. Las redes sociales han ocupado todo ese inmenso espacio participativo y han hecho posible grandes primaveras, pero ni aun así se ha podido evitar el riesgo   de que toda clase de "hermanos musulmanes" se queden al final con el provecho.

Allá cada cual con su muro y sus vergüenzas