miércoles, 16 de octubre de 2013

Artículo publicado en Cartelera Turia en julio de 2012, cuando le dimos el premio a la mejor contribución literaria , que este año no hubo




CLARA SÁNCHEZ, AUTÉNTICA Y NATURAL

“Entra en mi vida”, la última novela de Clara Sánchez , ratifica el temperamento y la calidad de una  narradora llena de fuerza y autenticidad, de una escritora  contundente  a la que las cosas del mundo, asuntos tan importantes como el robo de niños ocurridos en nuestro país durante muchos años y con todo tipo de connivencias y complicidades, le remueven su indomable espíritu literario para hacer ficción de calidad pegada a la realidad, para construir sólidas novelas como esta sobre el miedo a saber.  Una obra poblada de personajes cercanos, cargada de intriga psicológica  y emocional que la protagonista trata de desentrañar en su búsqueda de la verdad, en  su valiente recorrido por un camino  donde se oculta el secreto más importante  y dramático de su  familia.

Antes de convertirnos en incondicionales de sus obras, algunos supimos por primera vez de Clara Sánchez cuando era la única presencia femenina en aquel programa de José Luís Garci, Qué grande es el cine, donde también oficiaba  un tal Torres Dulce  que ahora ejerce de ambiguo Fiscal General del Estado y del que entonces conocimos su afición/adicción  al western. La de clara Sánchez, cuya novela “Presentimientos” va a llevar a la pantalla Santiago Tabernero, era también allí una voz diferente y más creíble. Siempre me parecía interesante lo que aportaba en aquellos debates  tan masculinizantes, su original perspectiva, esa manera de contar y hacer sentir que impregna una literatura  llena de identidad donde los sentimientos siempre están en primer término, donde el relato refuerza ideas como la de que  en la  vida siempre estamos buscando, aunque  a veces no sepamos qué. En “Entra en mi vida”  Clara Sánchez nos cuenta cómo nuestra existencia siempre está condicionada  por cosas que no sabemos, por influencias  que hemos tenido y que desconocemos.

A lo largo de una intensa carrera literaria ha ido desarrollando su creciente capacidad para saber inquietar,  atrapar, crear universos de intriga, nudos gordianos que hay que desentrañar acompañados por sus protagonistas, bien sea para desenmascarar  a los viejos nazis  afincados en algún de  la costa mediterránea en “Lo que esconde tu nombre”, o en ese  recorrido ameno, intenso, pertinaz, que en “Entra en mi vida” hacemos junto a Verónica y Laura, dos hermanas separadas destinadas a encontrarse, a entrar una en la vida de la otra

Ocurre durante la lectura de  esta última novela de Clara Sánchez que uno va acordándose de  tantas noticias, tantos reportajes, tantos  vergonzosos detalles relacionados con casos de niños robados  en los que también salén clínicas y médicos de prestigio,  monjas que decían ser buenas en el buen sentido de la palabra y hasta se creían investidas de un  poder divino para poner orden en el caótico mundo, para decidir el destino de los demás, para librar a los descarriados de su prole. Su arte literario destila asombrosamente una credibilidad que a Clara Sánchez le sirve para abordar aspectos del ser humano que son de su principal y primordial interés.

Potente literatura la de esta autora que nació en Guadalajara, pasó su infancia en Valencia y vivió en Denia, de la que la crítica ha señalado que es dueña de un estilo, una libertad y un tono literarios tan inconfundibles como atractivos, de una mirada melancólica, irónica, indulgente,  que es difícil no sentir próxima. “Entra en mi vida” es una novela sobre verdades robadas, sobre familias destrizadas por gentes poco escrupulosas que habitaban un  país anómalo donde a los fuertes les resultaba difícil no sucumbir a la codicia ni a la posibilidad de aprovecharse de los más débiles. Con ella Clara Sánchez  se reafirma como sólida referencia de la narrativa española, acompañada por un nada sorprendente éxito en su esfuerzo de búsqueda para decir lo que tiene que decir de la manera más natural y auténtica posible.

JR GARCIA BERTOLIN

martes, 15 de octubre de 2013

 “Seis peces azules es un libro de aromas que huele a países lejanos”
DAVID TEJERA, EL EX DE LA PRINCESA LETIZIA, GANA EL PREMIO ATENEO DE SEVILLA
Ganó el Premio Ateneo Joven de Sevilla con menos de 35 años y casi una década después ha vuelto a lograr ese mismo galardón en su edición ”senior” con la novela “Seis peces Azules”. David Tejera ha trabajado  y dado la cara en los informativos de Antena 3, Tele5, Cuatro y CNN Plus, y también es pública, aunque no demasiado notoria, la relación sentimental que mantuvo con Letizia Ortiz antes de que esta se convirtiese en Princesa de España.

¿Vuelves a llevarte el  Ateneo de Sevilla cual asesino que regresa al  lugar del crimen?
Más o menos. Es un lugar donde aprecian como escribo. Cuando acabé “Seis peces azules” podía tomar varios caminos, y el primero que tenía a la vista era volver a enviarlo al Ateneo de Sevilla. Lo envié y encantado. Igual que con “La senda de los locos”, estoy  contento de que valoren esta novela que llevo ocho años escribiendo.

¿Y sin ser sevillano?
Sin ser sevillano. Soy un tipo bastante poco disciplinado, y el libro está cocinado a fuego lento. Es la novela de mi vida y esos personajes, me han acompañado en todo tipo de vicisitudes personales, han sido mis compañeros  de viaje y me cuesta soltarlos.

¿Es un libro de aventuras?
Es un libro de aventuras, un libro de búsquedas que salta de país en país, que lleva a los personajes a la India, Siberia, Angola, Ámsterdam…Me gusta decir que es un libro de aromas, que huele a lugares lejanos, pero también es muy íntimo e intenta profundizar en el fondo de cada  personaje. Es un libro de paisajes ambientales y paisajes humanos. Hay búsquedas,  tesoros, piedras preciosas, sorpresas, intriga... Es un libro  que te hace soñar, que te lleva fuera de tu realidad más cercana, un libro con tres tramas que se van entrecruzando aunque por momentos parece que no tuvieran mucho que ver. Todos los personajes están conectados. Es un libro escrito con el corazón, muy emotivo y muy pegado siempre a lo humano, sobre la aventura de vivir y la persecución implacable de la felicidad en unos tiempos como los que nos han tocado vivir

¿Todos esos paisajes los has recorrido?
La mayoría los he conocido, en la mayoría de los lugares de los que hablo he estado, en otros no. Tampoco me hace falta. Nuestro mundo del día a día es un mundo chiquitito, comparado con lo ancho que es el otro. Por eso cuando alguien nos cuenta una historia de un lugar lejano nos atrae tanto, porque es una forma de abrirnos las puertas del mundo. Mi libro intenta abrir un poco el horizonte de nuestro día a día. Me apetecía escribir una historia que nos llevara lejos y nos hiciera soñar, volar, tener la sensación de haber estado en otros lugares, en otras culturas

¿De paso rompes con tu imagen  pública de busto parlante televisivo?
En los lugares donde he trabajado presentando noticias, los bustos parlantes no están bien considerados, es una  figura más bien de una televisión sobrada de recursos donde se pueden permitir el lujo de tener a un tipo contando noticias sin saber nada de lo que  está hablando. Por suerte para mí antes que busto parlante soy periodista, y casi todo lo que decía lo había escrito y procesado yo. Nunca he dejado de ser periodista y he hecho absolutamente de todo y me considero implicado absolutamente en todo: política, deportes, sociedad, y siempre implicándome mucho. Durante los doce años que he estado en CNN Plus me enganché absolutamente a todo porque soy adicto a la información y con un punto de vista bastante renacentista.

El Renacentismo no está muy en boga en una profesión de despidos masivos. Ahora muchos buscan camino en la literatura…
Creo que somos la segunda más golpeada por la crisis. Es un drama con nombres y apellidos y algún día tendrán que pagar- ojala que si- la salvajada que han hecho con este país,  la forma en la que lo han dinamitado y en la que  se han cargado el futuro de un montón de gente .Lo malo de la literatura no es que no haya para todos, es que  los que se dedican a ella no pueden sobrevivir muy holgadamente

¿Qué  trascendieran a la opinión pública tus relaciones con la Princesa Letizia te han perjudicado o beneficiado?
Mi relación con Letizia es bastante conocida, y en absoluto hay que negarla,  pero no sé si me ha perjudicado o me ha beneficiado. En  mi situación profesional ni lo uno ni lo otro. Lo que tengo o dejo de tener, el respeto que pueda haberme ganado me lo he ganado  antes y después de esa relación. No creo que le deba nada de lo que soy.

¿Te han ofrecido pasta por contarla con pelos y señales en algún plató o revista?
Si, por supuesto. Es bastante automático que uno tenga una relación con alguien de esa  trascendencia pública y acto seguido llegue algún tanteo  u oferta. Lo que ocurre es que algunos medios de este país tienen más miedo a preguntar que yo a responder, y me parece que una oferta concreta y real, más allá de un tanteo, se la pensarían mucho. Creo que hay demasiado temor en todo lo que rodea a determinados personajes de la vida pública. Se está perdiendo un poco, pero no hay barra libre. Si la hubiera  nos íbamos a divertir. El temor se mantiene. Tiene que pasar un tiempo y hemos de madurar como país y como ciudadanos para poder escuchar ciertas verdades. Algunos no están preparados para  difundirlas y otros no están preparados para aceptarlas.

¿Preferiste quedar como un señor, elegante a la par que discreto?
Yo con Letizia tenía tres opciones: una era adularla, caer en el piropo fácil y  mentir; la segunda contar la verdad y quedar como un rencoroso que no se resigna a lo que le ha ocurrido, y la tercera dejar que cada persona llegue a sus propias conclusiones  de quién  es cada cual en esta historia y cómo actuó cada uno. Yo opté por la tercera vía.

¿Qué era la más elegante?
No sé si la más elegante o la más inteligente, pero sí la única que me dejaban para poder vivir tranquilo y  que no me hagan la vida imposible.

¿Te acosaron?
Bueno, digamos que algún recadito ya me mandaron. Tampoco nada del otro mundo, todo dentro de lo previsible.
JR GARCIA BERTOLIN
“El misterio es el motor del arte”
JAVIER SIERRA Y “EL MAESTRO DEL PRADO”
Está convencido Javier Sierra, autor de meteórica carrera y  éxitos de ventas, de que en todas las cosas  el misterio es lo único que permanece. También en el arte, del que asegura que es el motor tras publicar “El maestro del Prado”, a la búsqueda del gato encerrado en algunas de las grandes obras del museo

¿Los  que lean tu novela van a ir al  Prado un poco sugestionados?
Pretendo que la gente vaya al Museo del Prado a ver cosas concretas, que   elijan antes de entrar una serie de obras que les digan algo, porque uno de los grandes errores en nuestra manera de enfrentarnos a un museo es ir a tragárselo entero, y eso no funciona. Esta novela descubre  que existe  un hilo argumental entre  artistas y obras de diversos siglos que persiguen una función común, el arte que ellos hicieron más libres, sin tanto condicionantes  por parte de sus mecenas y quienes les financiaban. Me interesa el que sacaron de su alma, y cuando te fijas en ese arte  descubres cosas muy curiosas

¿Cuadros  con gato misterioso encerrado?
A veces  con más de un gato encerrado. Hay una obra que fue el inicio de esta aventura: “La gloria”, de Tiziano,  un cuadro que encargó  Carlos V  cuando estaba retirándose  de toda pompa  mundanal hacia el monasterio de Yuste. Le pide a este pintor  una obra que represente los cielos abiertos en el sentido  sobre un paisaje castellano, y en medio de   grandes personajes de la historia sagrada, él  con un sudario, despojado de toda boato terrenal y pidiendo  permiso para entrar  en el más allá. Carlos V muere delante de ese cuadro donde acude todos los días a rezar, porque cree que va a conducir su  alma hasta el más allá. Eso me impresionó. Su hijo Felipe II, que heredó incluso la gota, le imitó  y utilizo otro cuadro, El jardín de las delicias,  como pasaporte de alma. Pide morir delante de ese tríptico. El arte tenía  una función especial, la función primordial del que se inventa hace en las cavernas del sur de Francia y norte de España, no como  elemento decorativo ni de status social ni de marcar territorio, sino  como un elemento mágico. No pintaban bisontes, pintaban almas de bisontes. Era una especia de ritual

¿De verdad   ibas tanto al Museo del Prado cuando estudiabas periodismo?
Si, si. El Prado era gratuito y podías visitarlo con de DNI, y además había una buena calefacción. Vivía en un colegio mayor y pasaba mucho frío, y aquel lugar era mi refugio. Bueno, también me atraía el arte, y además al lado está la Cuesta de Moyano, donde compraba los libros de ocasión que sirvieron para nutrir mi biblioteca.

¿No temes la polémica por entrar en pantanosos terrenos bíblicos?
No habrá polémica. La iglesia descubrió hace mucho que es mejor no pronunciarse sobre determinados  tipo de novelas para no hacerles una sobre campaña de promoción. Lo aprendieron después del Código Da Vinci. Lo que digo está documentado.

No puedo resistirme.¿En la dimisión  del Papa Benedicto ves algún signo misterioso?
Sin duda.Veo la misma voluntad que tuvo Carlos V de renunciar a todo, de retirarse  a un monasterio de clausura para leer y meditar. Los dos son de formación germánica, no lo olvidemos, y los dos están preparándose para lo que Carlos V bautizó como Meditatio mortis. Eso es lo que creo que está haciendo, más allá de la decisión de apartarse de la primera línea de combate y de  los escándalos que le han empujado a tomar esta decisión. Hay una voluntad personal que tiene que ver con preparar su alma para el gran viaje.Es muy coherente.

¿Mas coherente que la voluntad de sacrificio hasta el final de Juan Pablo II?
Juan Pablo II fue un gran actor que  sabia lo que tenia impacto en la opinión  pública,  y  su inmolación delante de millones de fieles era un acto que lo emparentaba con Jesús y  le acercaba a la santidad, pero Benedicto XVI es un intelectual, un hombre de silencio y de lecturas sosegadas.Le ha ahogado la pompa y las intrigas vaticanas. quería alejarse, no ha esperado a que la muerte le sorprenda

¿Estás hasta las narices de que te comparen con Dan Brown?
No, porque entiendo que  necesitamos etiquetas para manejarnos en este mundo tan complicado, y su  un lector de Brown se asoma a mis libros para ver qué tienen en común, lo doy por bueno.Hay una gran diferencia entre nosotros. En Dan Brown la prioridad es la aventura, y en mi caso la aventura sirve a un propósito de que el lector conecte con cosas con las que habitualmente no está en contacto

Cada cual  conecta  con el arte de  manera distinta. Si empezamos con misterios...
Yo voy a la lectura primordial, voy al fundamente de por qué fue pintado ese cuadro, cuál es el espíritu que anima al arte. Cuando entras en ese territorio donde los  críticos  generalmente no se adentran, descubres todo un mundo que nos ha sido velado. Nos explican el arte como un a lección de historia, sin preguntarnos por qué se pintó esa obra. No todo el arte me interesa. Hay muchas obras del Prado que son pura propaganda de la época,pero hay otra parte minoritaria y  tremendamente  importante que bebe del arte primordial de las cavernas, el arte que al espectador lo lanza a otro mundo.

¿A menudo para salvarse?
Supongo que sí, y en el caso del Bosco y de Brueghel está claro.Los dos militaban en sectas que se habían apartado de la ortodoxia porque veían que el fin del mundo estaba cerca  y había que hacer algo para  inspirar a la nueva humanidad y se lanzan a un  propósito superior de inspirar a las nuevas generaciones  para que fuesen más puras

¿Cómo se han tomado el libro en el Prado?
Este libro hará que en el propio museo del Prado vean el enorme valor que tienen ciertas obras con misterio.El misterio muchas veces es lo único que permanece,necesitamos el misterio para vivir, porque si no esto carece de sentido, y el misterio, desde luego, es el motor del arte. En un momento dado el artista tiene que optar por el tipo de arte que  quiere hacer. Si opta por reflejar la realidad y nada, está renunciando al gran propósito del arte que es  hacernos superiores,  que nuestra conciencia se abra.
JR GARCIA BERTOLIN

FRAGILIDADES

Un prodigioso niño de veinte años llamado Marc y apellidado Márquez desafía la fragilidad de su cuerpo ante el asombro del mundo en el sacacorchos del circuito norteamericano de Laguna Seca. Le persiguen  desde la impotencia  otros dos compatriotas, casi igual de  niños, que cabalgan sobre potentes motores con sus frágiles  clavículas hechas trizas. La adrenalina se desparrama a borbotones desde el mismo momento de  la interpretación del himno nacional más famoso del mundo por una guitarra tan eléctrica como desgarrada que aquí hubiera hecho correr ríos de  afrentada tinta por esa punteada falta de respeto a uno de los símbolos de la patria, mientras que allí, en California, esas notas agudas y por momentos estridentes articulan el movimiento de  cincuenta mil manos a casi otros tantos corazones. Luego, en el momento de la gloria de los vencedores, el que sonará será el nuestro, el huérfano de letra, la misma y vieja Marcha Real abucheada en la inauguración de los mundiales de natación de Barcelona en otro desplante a la Marca España.

Patética  y humillante demostración de fragilidad la de Lucía Etxebarria en el reality de Tele 5 "Campamento de verano". Aunque nunca haya sido  santo de mi devoción como ser humano- como escritora, algunas de cal y otras de arena- es penoso  ver a toda una ganadora del Planeta, a una autora con tiradas de 200.000 ejemplares, arrastrándose por el fango en el mismo lodazal que una concejal exhibicionista y un gordito pajilleros, algunos desechos de tienta  del show business, una ex de Paquirrín y otros miembros del clan Jesulín/Janeiro. Fue a por lana y sale  esquilada, angustiada, superada en su narrativa vital no escrita. Quiso ser trending tópic y reina de los mares de la osadía y el arrojo con su participación en un inmundo espacio televisivo, y ha acabado desencajada y llorona reconociendo su debilidad, su fragilidad, su incapacidad para sobrevivir bajo los edredones en una jaula de grillos voraces dispuestos a todo para llevarse el premio. La veo junto a Karmele Marchante, la sargento de ese circo de humanidades indecentes, y recuerdo que un día fue aguerrida militante feminista y reportera intrépida. Puede que Lucía se haya quedado sin capacidad para el relato y haya iniciado un deriva parecida. Empezó su insólita andadura como concursante desde una actitud altiva y chulesca, provocando que el resto de las fieras sacarán sus afiladas garras hacía ella, y ha acabado convertida en la tópica niña malcriada y débil que no aguanta la convivencia embrutecedora de un campamento de verano y pide angustiosamente a sus papás que acudan a buscarla para llevársela a casa.

Fragilidades entrecruzadas, secretos y mentiras, afectos y desafectos que pivotan en torno al personaje que interpreta Santi Millán. Ese es el material del que se nutre la serie "Frágiles" que la cadena de Mediaset ha convertido en la chicha, el embutido que ocupa el centro de un sándwich donde las dos entregas de "Campamento de verano" ,antes y después , hacen las veces de pan de molde (mohoso, industrial, cargado de aditivos, estabilizantes y conservantes). Millán, Miguel Rellán, Ginés García Millán y Elia Dolera son algunos de los intérpretes de esta serie que en su segunda temporada riza el rizo de un cierto buenismo cargado de lirismo cotidiano y humanidad. Un formato moderno, buena música y la muy tradicional sucesión de pequeñas historias colaterales a la de ese fisioterapeuta de corazón frágil y nobles sentimientos al que Santi Millán da bastante credibilidad.

CONXA DAROCA .
HABLAR POR NO CALLAR

La urgencia de contar suele llevar al hablar por no callar, a la saciante repetición de las mismas imágenes una y otra vez, de los mismos comentarios manidos y vacíos a la espera de verdaderas noticias, de novedades , de datos. Tal vez sepan generar ansiedad informativa, pero desconocen, son impotentes, para tratarla adecuadamente. Lo hemos vuelto a comprobar tras el accidente ferroviario de Santiago, de Angrois, de forma muy similar a cómo ocurrió no hace tanto con el accidente de Spanair y hace bastante más con el 11-M. Lo del 11-S fue otra cosa: una terrorífica y grandiosa  producción norteamericana,  un enorme drama del que nos perdimos  las primeras imágenes pero que después fue ofrecido al mundo en riguroso directo.

Una vez más todo comenzó con una palabras sobreimpresionadas en  la pantalla para alterar la aburrida y muy previsible programación televisiva de un día de verano. El primer anuncio/aviso   habla de un descarrilamiento en Santiago sin dar ningún otro detalle. Poco después ya se introduce de la posibilidad de heridos y se anticipa la gravedad de la tragedia; luego llegarán los primeros muertos, un número inicialmente bajo precedido de "al menos". De cinco se pasará a diez, de diez a quince, de quince a veinte,veinticinco,treinta y cinco......y es muy posible que al final se acabe dando una cifra- por ejemplo ochenta- superior incluso al número real de personas fallecidas.

Aquí no llega la TVG autonómica , que al parecer cumplió bien su cometido, su función social, y nos hubimos de conformar con la ceremonia de confusión que en torno  a lo ocurrido en Angrois ofició TVE y especialmente su canal 24 horas que, paradójicamente, y pese a hacerlo rematadamente mal, logró la mejor audiencia  de su historia: un cinco por ciento a fuerza de repetir incansablemente las mismas imágenes del policía desalojando la pasarela, de la mujer de verde que llegaba al lugar del siniestro preguntando por un ser querido, de los primeros muertos cubiertos por mantas y toallas....El desaguisado fue tal que en un momento dado aparecía   en pantalla la cifra de 45 víctimas mortales justo cuando el presidente gallego Núñez Feijó anunciaba ya al menos 55. Se les veía desbordados, raquíticos de medios, queriendo y no pudiendo, mientras otras cadenas se limitaban a emitir pequeños avances informativos en los cortes publicitarios de una película taquillera en la que la acción era recorrida por la  sobreimpresión en pantalla de las novedades que con cuentagotas se iban conociendo en esas primeras horas.

Seguro que en esa noche aciaga fueron miles y miles los españoles que apagaron la televisión y buscaron la inmediatez de la radio o los avances de los medios digitales que en los primeros compases del drama se vieron colapsados. Otros se fueron a la cama siendo plenamente conscientes de que hasta el día siguiente no tendrían una información rigurosa que no fuese hija de la urgencia. El día después en que el periodismo oficial  monclovita  fundiría el accidente gallego con el último terremoto en China.  Maldita globalización de corta y pega.

EL ENGORDE ARTIFICIAL DE LAS DIPUTACIONES


Hasta el mismo Joaquín Sabina, en un concierto, se permitió contar aquel viejo chiste adjudicando el protagonismo a su padre, o puede que a su abuelo.

- Mi padre (¿o era su abuelo?) se murió sin tener ni  idea de dos cosas. Se fue de este mundo sin saber qué piensan las mujeres ni para qué sirven las diputaciones.

De no haberse muerto, que a todos nos llega, el ancestro de Joaquín podría haberse enterado ahora,  gracias a este gobierno de reformas tan poco testadas, tan chiripitiflauticas, de que las diputaciones van a servir bien pronto, gracias a la llamada reforma de la administración local, para robarles la cartera a los ayuntamientos, para arrebatarles competencias que llenen de "sentido" a esas instituciones carpetovetónicas en permanente tela de juicio, que sacien la avaricia de un obsoleta administración provincial frente al sentido común, la eficacia, la operatividad, la cercanía, y esa cosa llamada principio de su subsidiariedad con la que se llenan la boca políticos de toda clase.

Quién nos iba a decir que ahora que casi todos los pueblos tienen ya alcantarillado, polideportivo y una casa de cultura infrautilizada, los gobernantes de la España de las Autonomías, engendrada en noches de amor y café para todos, las diputaciones serían más que apuntaladas en el último tramo del año de gracia de 2013 a costa de los municipios, que ya eran unidades básicas de convivencia, junto con la familia y el sindicato (vertical), cuando mandaba el generalísimo  de voz atiplada, antes de que nos echásemos a la calle  para gritar libertad , amnistía y estatuto de autonomía hasta para quienes nunca lo habían pedido, hasta para unas cuantas regiones que no son otra cosa que provincias: Cantabria, Murcia,Asturias,Rioja, Madrid y Navarra.

Cuando nos manifestábamos no dábamos un duro por las diputaciones, tan rancias, tan caciquiles, tan innecesarias en la nueva vertebración del estado. Pero hete aquí que nadie se decidió a cargárselas, empezando por los "convenencieros" del PSOE que encontraron en ellas un contrapoder a CIU en Catalunya, al PNV en Euskadi, y un refugio para colocar afines en el resto de España, para promocionar alcaldes y concejales y que viajarán con dieta a la capital unas cuantas veces por semana, para replantar "árboles caídos" en distintas contiendas electorales.

Este parecía ser un país tan rico que daba para que hubiese estado, regiones, provincias, gobernadores civiles, delegados del gobierno,comarcas, mancomunidades, concejos...y todos tuviesen su tajada, su pequeño poder, su coche oficial, su moqueta y su rango protocolario en desfiles, procesiones, banquetes, bodas y comuniones. Luego llegó el descalabro, la corrupción , las arcas vacías, los pisos  a medio construir o sin vender, los PAIS sin ejecutar por falta de dinero., y cuando se imponía la racionalización, cuando se clamaba contra las duplicidades, cuando algunos renegaban de la descentralización..estos tíos van e impulsan una ley para sustraer protagonismo al mundo local en favor de esas administraciones que ni el padre de Sabina ni mi tía la del pueblo lograron saber nunca a ciencia cierta para qué servían.

lunes, 14 de octubre de 2013



DEL ESTADO CÍTRICO AL ESTADO CRÍTICO



Los de Bajoqueta Rock fueron precursores en proclamar de escenario en escenario, de  pueblo  en pueblo, que “La taronja  no funciona” , también cuando todo  parecía ir viento en popa y creíamos vivir una opulencia sin fin, de las de atar los perros con longanizas y apedrearlos con lomo. Ahora, después de comprar  en la tienda del barrio cuatro kilos por un  euro, primero pienso en la de zumos que me van a salir, pero también me siento culpable y cómplice de no se qué y me viene a la cabeza esa canción del agrorock valenciano, igual  que  cuando paseo por mercadillos callejeros como los de Xalò, Pedreguer, Verger....donde se amontonan los puestos de cítricos que venden clementinas, navelinas y demás   a menos de cincuenta céntimos el kilo. Algo habremos hecho mal en el Pais de las Naranjas para haber convertido el producto más genuino de la tierra  también en el más barato de  toda la mercadería alimenticia. En esas me sorprende un vendedor ambulante  que al grito de "Naranjas de Gandia, las robo de noche y las vendo de día" , intenta significarse entre tanta oferta y conseguir colocar más sacos de  diez kilos a un  precio muy inferior al de una entrada de cine o un café con bollo en algunas pastelerías.

La taronja no funciona, hasta el punto de que circula  por ahí un estudio que asegura que para tener el nivel de ingresos que hace treinta años  reportaban 35 hanegadas en pleno rendimiento, hoy hace falta poseer al menos 500. A esa misma letra de uno de los grupos más relevantes del “agro-rock” valenciano le pongo  ritmo Bollywood cuando entro a comprarlas en las tiendas de fruta que pakistaníes e hindúes   han montado por toda la ciudad,   en las que el precio del antiguo oro  valenciano puede  llegar  a caer por debajo de  tres kilos de naranjas por un euro, para  que a nadie le falte la vitamina C en estos tiempos tan desvitaminados en que la catástrofe de los cítricos se ha convertido  en una de las más nítidas imágenes del  maldito  momento que atraviesa   la economía valenciana. Naranjas para todos.

Naranjas por tierra, naranjas sin recoger de los árboles, naranjas para robar, para que las coman las vacas que pastan junto a la autopista. Muy lejos quedan  los tiempos en que nadie vendía una hanegada , tan pegados los valencianos a la propiedad de la tierra, y el que lo hacía pedía un precio disparatado y disuasorio porque no querían desprenderse de su más preciado patrimonio y seña de identidad familiar. Tierra madre, tierra roturada, transformada, tierra vestida de verde pariendo un color propio para todo el mundo, que debe ser generosa  y hasta rentable para no esclavizar,  para no hacer de su fertilidad un fruto ruinoso.

 Seguramente es aventurado concluir  que en  el hundimiento de la naranja esta  el origen de la debacle económica valenciana, este pesar de un pueblo que, tras un mal despertar,  lo mismo emite  señales de falta de autoestima cuando los resultados fútbolisticos  no acompañan que cuando los campos cultivados no dan ni para cubrir gastos. Acabas  por evocar los días en que los productores  y comerciantes de naranjas se paseaban por el Ateneo Mercantil y por tantos otros casinos con sus fajos de billetes de mil atrapados por gomas de pelo, cuando se construyeron imperios de la naranja que se extendían por toda Europa y daban de sí hasta para crear fundaciones y  colegios españoles en el extranjero, para impulsar la educación y la cultura con sabor a néctar prodigioso de naranja valenciana fresca y recién exprimida.

 Pocas  cosas han caído tanto como el precio  de la naranja, donde hasta hace poco la palabra era ley y ahora a menudo hay estafa e impago, donde era inconcebible  que alguien pudiese dejar el fruto en el árbol porque no merece la pena recolectarlo, y ahora ocurre con demasiada frecuencia. La taronja no va be, la taronja no funciona, y esas que se venden a un euro cuatro kilos tienen el sabor, mas amargo que ácido , de un fracaso colectivo y una gestión nefasta.

JR GARCÍA BERTOLIN
CIRCO MÁXIMO

Malditas academias de peluquería donde por cortar y lavarte te cobran sólo siete euros, pero a cambio te someten a una larga espera a menudo  tortuosa en la que el televisor de plasma ha sustituido a las revistas del gremio y  a las de corazón para imponer la implacable presencia y ley del “Sálvame diario”, el espacio vespertino de Tele 5 donde hace mucho que perdieron los papeles y la vergüenza, donde Lidia Lozano sigue campando a sus anchas cuando debería estar en la cárcel por acumulación inadmisible de difamaciones, donde Paz Padilla ha perdido todo mi respeto, el que se ganó de la mano de Buenafuente y su banda. Ahora baila las miserias ajenas, corea a una catervade miserables olfateadotes de braguetas y entrepiernas, dedicados a todo tipo de extorsión sentimental en un tono cuya degradación parece no tener límites.

Cuando me llega el turno de pasar al corte,  mis pelos están más que de punta, erizados de horror, y mi cuerpo acusa el vapuleo de la tortura infringida por un tipo de televisión en el que, amparados por la libertad de expresión, se da rienda suelta a todo tipo de vendetas y juicios sumarísimos, sea a Fran Rivera, al que se la tienen jurada, o a la propia Lidia Lozano, sometida a un cara a cara con la presunta “modelo y actriz” Mónica Pont. El plasma dentro del plasma, la pantalla insertada en la pantalla, tal vez para evitar que en el directo haya estirones de pelo y algún arañazo, o para que no se vea flotar en el aire la saliva venenosa que se lanzan. La tal Mónica comparece- ¿a cambio de cuánto?- para airear que la Lozano, inmortalizada incluso en una canción de Sabina, se enrolló con su pareja después de intentarlo infructuosamente con un torero cuyo nombre empieza por Ra, que finalmente no le dio cuartelillo. ¡Que nivelazo!

Tres cuartos de hora de espera peluquera consiguen también que todo un mito nacional, Manuel Santana, ruede por el fango de mis querencias después de los testimonios  de al  menos dos de sus ex esposas y una hija. Si le hubiesen llamado hijo de puta, o mal nacido, hubiera sido denigrarlo mucho menos. Testimonios que apenas se detienen en ese límite donde entraría ya en juego la responsabilidad penal, amenazas directas o a través de tertuliano interpuesto, trapos sucios aireados en una cadena nacional.Estoy leyendo el último libro del cada vez más valorado autor valenciano Santiago Posteguillo , un crack capaz de recrear en volúmenes de mil páginas toda la historia del imperio romano. El último tiene como principal protagonista al emperador hispano Trajano, y un título que me viene a la cabeza una y otra vez antes de sentarme en la silla donde me van a lavar antes de cortar: “Circo máximo”, en el que uno echa en falta la irrupción de leones de verdad que devoren a Matamoros, Mila Ximénez (ex de Santana que dice ser escritora), Lidia Lozano y demás, un auténtico peligro público, y no sólo por el reiterado y permanente incumplimiento  del llamado código de Autorregulación de Contenidos e Infancia, que da risa.
CONXA DAROCA
LA MANO DERECHA DE ALATRISTE


Comparar a Arturo Pérez Reverte con Mourinho es un auténtico desacato que no está a la altura de la inteligencia ni del excelente análisis que - para variar- hace Justo Serna. A Pérez Reverte, otro curioso ejemplar de la fauna cartagenera, como Federico Trilló, como Zaplana, como Ortega Cano o como Joaquín Navarro Valls, opusdeista portavoz de Juan Pablo II , hay que reconocerle unos cuantos méritos, el menor de los cuales no sería que su Alatriste ha enganchado, ha inoculando el veneno de la lectura, en unos cuantos miles de estudiantes de secundaria.Con sus luces y algunas sombras, fue un fenómeno totalmente positivo.

En Territorio Comanche perpetró, sin embargo, algunas notables deslealtades, muy amortiguadas en la película que inspiró su obra. Ese libro tiene algo de "para lo que me queda en el convento del reporterismo, me cago dentro" . Aprovechó para saldar cuentas con compañeros y desvelar aspectos de la vida privada de otros que nunca debieron publicarse y que sonaron a vendetta, literaria, eso sí. Sabía que podía permitirse dar el salto a la literatura (con el complemento de bien pagadas colaboraciones pontificantes en grandes medios) y vivir muy dignamente, incluso poder ir de sobrado, que es algo que le encanta. Esa es al menos la impresión que he tenido en el par de ocasiones en que le he entrevistado para Cartelera Turia y en alguna presentación a los medios de sus últimas novela.

Le encanta epatar en sus giras mediáticas por provincias, contar que se lo gasta todo en costosísimos incunables y libros antiguos con los que, a su vez, retroalimentación, nutre y documenta su literatura, que le encanta vivir en su barco fondeado en el mar y navegarlo con firme timón por mares calmos o tormentosos. En algún momento sientes que te mira por encima del hombro, y no hay ni un sólo segundo en que no pienses que está encantado de conocerse, que si pudiese de besaría, incluso con lengua. Da titulares. Cuente  Juan Cruz en sus memoria de editor (Alfaguara) que es un escritor  minucioso, casi pejiguera,  al que le gusta controlar todo el proceso de promoción de su obra.

Entrevistas a Vargas Llosa y te entran ganas de cagarte en todo y decirle que es un gilipollas. Luego lees , por ejemplo, La fiesta del chivo y es difícil no rendirse a su maestría literaria. No diré que sea exactamente así con Pérez Reverte, pero su literatura está muy por encima de la media de lo que se publica en este país. Sus novelas son atractivas, consistentes y están bien trabajadas. La última, "El tango de la guardia vieja", la leí inmerso en contradicciones por ser el ¡primer! libro digital de mi vida, mi primera novela en IPad  después de unas cuantas décadas
de lecturas en papel. Pese a ello. Pese a sentir un poco el peso de la infidelidad, la incomodidad del traidor, del desertor, me pareció potente. Otra cosa son sus artículos de prensa. Hace tiempo que no los leo para no cabrearme,  como me ocurre con muchos de los de Vargas Llosa. Pero de Mourinho de la literatura nada. Las comparaciones son odiosas.

LA MANO DERECHA DE ALATRISTE


Comparar a Arturo Pérez Reverte con Mourinho es un auténtico desacato que no está a la altura de la inteligencia ni del excelente análisis que - para variar- hace Justo Serna. A Pérez Reverte, otro curioso ejemplar de la fauna cartagenera, como Federico Trilló, como Zaplana, como Ortega Cano o como Joaquín Navarro Valls, opusdeista portavoz de Juan Pablo II , hay que reconocerle unos cuantos méritos, el menor de los cuales no sería que su Alatriste ha enganchado, ha inoculando el veneno de la lectura, en unos cuantos miles de estudiantes de secundaria.Con sus luces y algunas sombras, fue un fenómeno totalmente positivo.

En Territorio Comanche perpetró, sin embargo, algunas notables deslealtades, muy amortiguadas en la película que inspiró su obra. Ese libro tiene algo de "para lo que me queda en el convento del reporterismo, me cago dentro" . Aprovechó para saldar cuentas con compañeros y desvelar aspectos de la vida privada de otros que nunca debieron publicarse y que sonaron a vendetta, literaria, eso sí. Sabía que podía permitirse dar el salto a la literatura (con el complemento de bien pagadas colaboraciones pontificantes en grandes medios) y vivir muy dignamente, incluso poder ir de sobrado, que es algo que le encanta. Esa es al menos la impresión que he tenido en el par de ocasiones en que le he entrevistado para Cartelera Turia y en alguna presentación a los medios de sus últimas novela.

Le encanta epatar en sus giras mediáticas por provincias, contar que se lo gasta todo en costosísimos incunables y libros antiguos con los que, a su vez, retroalimentación, nutre y documenta su literatura, que le encanta vivir en su barco fondeado en el mar y navegarlo con firme timón por mares calmos o tormentosos. En algún momento sientes que te mira por encima del hombro, y no hay ni un sólo segundo en que no pienses que está encantado de conocerse, que si pudiese de besaría, incluso con lengua. Da titulares. Cuente  Juan Cruz en sus memoria de editor (Alfaguara) que es un escritor  minucioso, casi pejiguera,  al que le gusta controlar todo el proceso de promoción de su obra.

Entrevistas a Vargas Llosa y te entran ganas de cagarte en todo y decirle que es un gilipollas. Luego lees , por ejemplo, La fiesta del chivo y es difícil no rendirse a su maestría literaria. No diré que sea exactamente así con Pérez Reverte, pero su literatura está muy por encima de la media de lo que se publica en este país. Sus novelas son atractivas, consistentes y están bien trabajadas. La última, "El tango de la guardia vieja", la leí inmerso en contradicciones por ser el ¡primer! libro digital de mi vida, mi primera novela en IPad  después de unas cuantas décadas
de lecturas en papel. Pese a ello. Pese a sentir un poco el peso de la infidelidad, la incomodidad del traidor, del desertor, me pareció potente. Otra cosa son sus artículos de prensa. Hace tiempo que no los leo para no cabrearme,  como me ocurre con muchos de los de Vargas Llosa. Pero de Mourinho de la literatura nada. Las comparaciones son odiosas.