LA HABANA DEL FLACO Y LA VALENCIA DE ALBERTO KORDA
El cine y la música cubana en directo acompañaron el viernes el cierre de la exposición "La Habana del Flaco" . No hubo tantos vips como el día de la multitudinaria inauguración pero fue mucho más divertido. Unos aprovecharon para mover el esqueleto, otros para disfrutar de un habanero y musical documental, y bastantes para despedirse de esa magnífica muestra fotográfica en la que a la ciudad y su gente unen su protagonismo personajes tan diversos como el otro Papa, Aznar, el Rey o Alberto Korda, autor de la archiconocida fotografía del Che que se ha convertido en uno de los iconos más universales y al mismo tiempo mas mangoneados de todos los tiempos, el guerrillero pret a porter cuya infinita reproducción hizo ricos a muchos pero no precisamente al autor de la imagen.
Viendo la foto que El Flaco le hizo a Korda recordé su estancia en Valencia en 1998, cuando el fotografo cubano fue homenajeado en los Premios Turia. Un tipo fantástico y sencillo que hablaba con todos, que nos emociono y se emocionó al contemplar un auditorio en pie, aplaudiéndole , demostrándole cariño y admiración. Alberto Korda que, como buen revolucionario, estuvo siempre en guardia durante sus días valencianos, pero fue mayormente para evitar ser fotografiado junto a quienes en esa edición de los Turia habían sido galardonados en el apartado de porno.
Recuerdo que me hacia sufrir verle huyendo azorado de la proximidad fotográfica de aquella actriz que ese año había sido distinguida por su buen hacer pornográfico. De una forma soterrada, sin pronunciamientos ni airadas negativas, por convicciones,pudor o vaya usted a saber que,daba algo más que la impresión de que Alberto Korda no quería que existiese - y menos que llegase a La Isla- esa foto suya junto a una estrella internacional del porno. Una anécdota que no resta ni un ápice de emotividad a la inolvidable presencia en Valencia del hombre que inmortalizando a Ernesto Che Guevara se convirtio en fotografo immortal.
Korda, que ya no esta, El Flaco , aquel Papa tan viajero, Aznar que torció al gesto cuando algunos habaneros desinformados le llamaban "Señor González,señor González", el Rey y sus Lanceros, que eran puros, la belleza de los niños junto al Malecón, la risa con sombras de las muchachas habaneras en flor ... y de fondo esa ciudad que agarra y cautiva a la que bien se le podia aplicar aquella frase que en 1987 me lanzo una joven nicaragüense ante mi europeo entusiasmo por la revolución sandinista.
¡Que bonito ser de otro lugar y poder venir a ver este!
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