miércoles, 13 de febrero de 2013





PUBLICADA Y PÚBLICA  

Las redes sociales han pulverizado una vez mas esa barrera/diferencia entre opinión pública y opinión publicada que tanto obsesionaba a Felipe González. Ya no sirve, se ha quedado tan vieja como un mamut, como un Papa cansado que pide el finiquito y se retira al convento, como uno de esos velociraptors llenos de polvo de cualquier parque tematico/jurásico. Desde que se supo de los primeros correos electrónicos a los despedidos de Canal 9, la verdadera Informacion , la buena información, la mas cercana, la que emociona o llena de rabia, la mas sincera y tambien la mas inmediata,  la que permite acercarse e intentar ponerse en el lugar de los protagonistas -víctimas en este caso- de la noticia, no ha estado en los periódicos, ni en las emisoras de radio, ni mucho menos en las cadenas de televisión que callaron o reflejaron de forma tan sesgada la anunciada carnicería y sus formas.


La información que ha permitido  aproximarse a la verdadera dimensión de lo ocurrido, a sus consecuencias humanas, que ha hecho posible  poder saber casi en tiempo real, conocer, empatizar, comenzó a circular en los muros de las redes sin red, en todos los registros, en distintas lenguas, espontánea, impulsiva,herida, visceral, rabiosa, indignada,  viva, en una suma de datos, circunstancias, sensaciones, reflexiones, análisis, imágenes y testimonios que han conformando un mosaico , tan público como publicado, con aspiración de  reflejar una realidad.

Las redes sociales - no hay vuelta de hoja- se han convertido en una alternativa inmediata para decir y contar, para convertir cualquier opinión  en opinión publicada. Atrás quedaron los tiempos en que la opinión pública  apenas encontraba salidas, válvulas de escape, en chistes que se propagaban sin haber tomado nunca forma en letra impresa, rumores, cotilleos, panfletos y hasta pintadas. Las redes sociales han ocupado todo ese inmenso espacio participativo y han hecho posible grandes primaveras, pero ni aun así se ha podido evitar el riesgo   de que toda clase de "hermanos musulmanes" se queden al final con el provecho.

Allá cada cual con su muro y sus vergüenzas 


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