miércoles, 23 de diciembre de 2009

OTRO DIA DESPUÉS

Y de repente, todo ese frenesí de colas y apretones para comprar billetes que te llevaban directamente a la virtualidad millonaria, se desvanece para la inmensa mayoría, y vuelta a empezar, renacimiento forzoso y cargado de tópicos sobre la importancia de la salud y la felicidad que trae el amor. Tiempo para olvidar ese telediario en el que los ricos, y nunca mejor dicho los "nuevos ricos", toman al asalto, botella de cava en mano, el lugar de los pobres,los de aquí y los de tantos lugares del mundo donde no llega la luz de la navidad y cualquier deseo de paz a los hombres de buena voluntad nace muerto, del número creciente de desposeidos que nos rodea por doquier.

Nuestra existencia está llena de días después, en los que nos reinventamos o nos hacemos un peeling para seguir en la brecha, unos desde una posición de privilegio, pero la mayoría contentándose con parar o esquivar golpes. Muchos de los que nutrían aquellas colas en las que parecía que la lotería se iba a acabar, quizá ahora se arrepienten y hubiesen preferido ser menos rumberos y más comedidos a la hora de gastarse en papeletas- que siempre es mejor que gastárselo en papelinas- el dinero que podría haberles ayudado a un mejor subir la cuesta, la de enero o cualquier otra. La cuesta de la vida, tan empinada a veces, que no falta en este cuento lotero y prenavideño que, para mal de tantos, es el cuento de siempre.

Feliz todo.

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