jueves, 13 de noviembre de 2014


SILENCIO Y GUERRA SUCIA CONTRA LA IZQUIERDONA ASILVESTRADA

Más de iluso ha esperado en vano a  que los informativos de TVE se hicieran eco, con cierta amplitud, de los sondeos en los que Podemos aparece como la formación que obtendría más votos si ahora se celebraran unas elecciones y el Partido Popular queda relegado a la tercera posición, detrás del PSOE. Con Julio Somoano no hubiese estado nada claro, pero es que lo habían cesado como jefe de informativos  esa misma semana, coincidiendo con la presentación de un escrito en el que 1500 profesionales denunciaban "manipulación" y "falta de pluralismo" en RTVE, para colocar en su lugar a un periodista, José Antonio Álvarez Gundín, que hasta ahora ocupaba la subdirección de La Razón, un tipo de Ponferrada, brazo derecho del omnipresente Marhuenda y alineado con esa tribu funesta del TDT Party.  

Se cepillan a un notable manipulador, corresponsable del desprestigio y la creciente pérdida de audiencia de los otrora prestigiosos y plurales informativos de la tele que pagamos entre todos, y ponen en su lugar a un rancio periodista que suele referirse a todo lo que suene a progresista, a todo lo que no sea Partido Popular, como "izquierdona asilvestrada" y arremete de forma virulenta contra aquellos que cuestionen a la iglesia y a ese partido al que no paran de crecerles los enanos de la corrupción.Aunque Álvarez Gundín se antoja el complemento perfecto al nuevo presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, en esta fase de liquidación y derribo, otros ilusos, los del PSOE, aun le reclaman al recién llegado un "cambio de rumbo" hacia la credibilidad. Lo tienen claro en los meses que restan hasta las contiendas electorales.

El fustigador de la izquierdona asilvestrada se junta con el liquidador de Telemadrid, del que en Televisión Española poco puede esperarse aparte de mucho mangoneo y un ERE en el que se lleve por delante a buena parte de los firmantes del manifiesto denuncia, en línea con lo que hizo en la autonómica madrileña. Sánchez, no lo olvidemos, fue el capitán del desprestigio de la televisión pública a cuenta del hundimiento del Prestige y su vergonzosa cobertura informativa, del papelón de TVE cuando la guerra de Irak o el 11M. Es el dios de la manipulación y ahora Álvarez Gundín se convierte en su profeta. ¿Cuantos minutos tendrán que ampliar la información sobre el glorioso REAL Madrid y el bloque de internacional para no hablar de lo que verdaderamente importa a los españoles aunque vaya en contra de los intereses del Partido Popular?. El silencio flagrante y la guerra sucia contra la izquierdona asilvestrada y Podemos se instala en una televisión pública apuntalada y que ha perdido todos los valores que dignifican a un medio de comunicación.

Nos habremos de "amorrar a otras cadenas , como la SEXTA, que ha batido su récord de audiencia en octubre, para saber qué ocurre en este país de hartazgo y corrupción donde la gente de la calle no se corta en opinar ante una cámara que nuestros políticos son corruptos por acción o por omisión y confiesan su sensación de  que en el panorama institucional todo está podrido.

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